SUBE: el proyecto del Gobierno para darle un negocio millonario a las billeteras virtuales
Un diputado del PRO presentó un proyecto para ampliar la posibilidad de pago del boleto de transporte público y salir del sistema exclusivo de la tarjeta SUBE. Más allá de incrementar las opciones del usuario, se abren las suspicacias de una posible respuesta al lobby llevado a cabo de las empresas prestadoras de billeteras virtuales.
En principio, se trataría de la aplicación de una tecnología contactless -una modalidad sin contacto que permite pagar con tan sólo acercar la tarjeta a la terminal de venta- y que no impediría el uso del tradicional método. El proyecto fue presentado por el diputado nacional del PRO Damián Arabia. Jugadores deseosos de ingresar a un negocio millonario son Marcos Galperin a través de Mercado Pago o Pierpaolo Barbieri con Ualá.
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La letra chica del proyecto
Según el texto ingresado al Congreso, se adoptarían sistemas de pago con "tecnología para tarjetas de crédito, débito, prepaga, NFC y otras tecnologías emergentes o que pudieran desarrollarse para la percepción del boleto electrónico". Y explicó que el Poder Ejecutivo "tomará las medidas para llevar a cabo la universalización de la percepción de tarifas por el servicio de transporte público en coordinación con: las entidades jurisdiccionales adherentes, el Banco Central, los proveedores de medios de pago, especialmente aquellos de pago electrónico inmediato (entidades financieras, comerciales o bancarias y las proveedoras de servicios de pago que ofrecen cuentas de pago) y los organismos privados vinculados a favorecer el mayor alcance de conexión a internet a fin de garantizar el funcionamiento de pago del servicio".
Las terminales de pago que se requieran implementar "podrán ser financiadas por los proveedores de los medios de pago en los términos que establezcan la autoridad de aplicación y en acuerdo con las autoridades jurisdiccionales y sin excluir la coexistencia con los medios de pago pre-existentes". Además, le correspondería al Poder Ejecutivo "determinar la autoridad de aplicación, coordinando con el resto de los organismos competentes".
Una de las claves para entender el desarrollo del negocio es que los proveedores de medios de pago podrían implementar promociones y descuentos a los usuarios por la utilización del servicio en función de las normativas vigentes. Sobre este punto surgen preguntas. Bajo la premisa del libre mercado, las empresas competirían para obtener la mayor cantidad de usuarios, lo cual pondría en riesgo de financiación de la Red Sube por parte del Estado. El riesgo es la desaparición de criterios homogéneos para alivianar el costo del pasaje para los usuarios.
El sistema de transporte en AMBA se rige bajo la Red SUBE para que aquellos que viajan más paguen menos: los pasajeros pagan la tarifa completa en su primer viaje. Luego, si hacen combinación, abonan el segundo boleto con un 50% de descuento. A partir de la tercera combinación, los pasajeros pagan con un 75% de descuento, facilitando la movilidad para los usuarios que recorren distancias mayores. El beneficio funciona en un lapso de dos horas, las cuales empiezan a contar desde que pagaste el primer boleto, hasta que volvés a pagar con la SUBE en tu última combinación.
En la actualidad existen más de 91 millones de plásticos emitidos entre tarjetas de débito, crédito y prepagas que podrían usarse sin tener que recurrir a la tarjeta SUBE o similares. Al argumentar el pedido, dijeron que impide la interoperabilidad de los medios de pago y requiere "haber cargado la misma previamente, lo que complica la experiencia de usuario", entre otros problemas, como la imposibilidad de cargar las tarjetas de forma 100% on-line en forma sencilla y la dificultad de conseguir tarjetas en casos de pérdida o roturas.
En diálogo con El Destape, el economista de la Fundación Blockchain Roberto Rojas afirmó: "En principio, tal cual está, hay que hacer mínimas modificaciones, puede ser el pago a través de un código QR, por ejemplo, y viabilizar con rapidez, que se pueda aplicar en transporte público. Por otro lado, también podrían entrar bancos privados en esto, que ya tienen sus propias billeteras virtuales y están funcionando".
"Como las personas tienen que dejar dentro de la aplicación SUBE montos de dinero, esos montos de dinero deben tener un rendimiento. Hoy en día en la tarjeta SUBE tiene un rendimiento cero, pero si vos estás ahora en una billetera virtual, que además podés estar linkearla con una posición en una cartera de valores, que tiene un rendimiento, parte de ese rendimiento debería ir en realidad a los depositantes. Creo que lo interesante de discutir acá es que las personas perciban un interés por el dinero que tienen depositado", afirmó el economista.
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