Entró a una habitación de hotel y quedó asqueado: "¿Qué es esto?"
El video de la sorpresa que se llevó el empleado de un hotel al ingresar a una habitación.
Cordova explicó que, a diario, se encarga de limpiar las habitaciones del lugar. "Lo primero que hago es pasar por los pasillos con un carrito para recoger la basura de cada cuarto. Después me toca buscar las sábanas y todo lo demás", aclaró al respecto por medio de su cuenta @rokomusica.
Así quedó la habitación
El 8 de agosto, Cordova decidió compartir una filmación más acerca de su labor. Pero en esta oportunidad se centró en una de las habitaciones en particular: se encontraba completamente sucia.
Mesada. Repleta de cajas de pizza y latas de gaseosa vacías. Foto: captura/@rokomusica. 
Desechos. Pañales usados. Foto: captura/@rokomusica.
"Vamos a ingresar a una de las habitaciones que me toca limpiar... ¡Ah!", exclamó el hombre en ese instante. Él estaba impresionado por la cantidad de desechos que había hallado dentro.
Restos de comida en una bandeja; pañales usados; cajas de pizza apiladas; latas de gaseosa vacías y vasos de plástico desparramados por doquier; y papeles manchados con comida eran algunas de las tantas cosas que vio.
"¿Para qué tanto? ¡Mierda!", gritó el trabajador al exhibir el tacho de basura, que rebalsaba de residuos. "¿Y esto? Espero que sea pizza", dijo después, señalando un papel sucio tirado en el suelo. "Hasta pañales hay", agregó.
Pesadilla en un hotel
Otra anécdota de un hotel se volvió viral en los últimos días. Se trata de una pareja que experimentó una pesadilla al llegar al centro vacacional donde pensaban hospedarse: el complejo estaba abandonado.
Bree Robertson es una ciudadana neozelandesa que renunció a su trabajo rutinario de oficina para conocer todo el mundo. En junio, la joven se mudó a la isla indonesia de Bali junto a su pareja.
A mediados de julio, con la idea de celebrar con su otra mitad el primer mes de estadía en el país asiático, Robertson hizo una reserva a último momento en un complejo hotelero (no mencionó el nombre) ubicado en la región del este de la isla. La mujer aseguró que utilizó la plataforma de alojamientos Airbnb.
El sitio lucía "impresionante" en las fotos de la publicación de Airbnb, aseveró ella. Por otro lado, ella recordó que el lugar contaba con críticas "muy positivas" de otros huéspedes. Sin embargo, según señaló, las últimas reseñas habían sido escritas en 2019. Además, otro dato la puso en alerta: al efectuar reserva, no obtuvo una contestación por parte del complejo.
Pese a estas situaciones que prestaban a sospechas, Robertson siguió adelante con la iniciativa: abonó 80 dólares por una noche con tan solo días de anticipación. "Airbnb indicaba que el anfitrión tenía un tiempo promedio de respuesta a los huéspedes de una hora, así que supuse que todo seguía en funcionamiento, activo", aseveró la neozelandesa. Ella creyó que simplemente los encargados del alojamiento se encontraban "muy ocupados" como para responderle.
Una vez que ella y su pareja entraron al hotel, tras haber viajado 2 horas en moto bajo la lluvia, detectaron un estado de abandono total. Y se dispusieron a filmarlo. "La vegetación estaba crecida; no había nadie; y había ventanas del establecimiento destrozadas", expresó en el video.
Robertson avisó que Airbnb le reembolsó su dinero. Con respecto al alojamiento, un representante de Airbnb comunicó que ya quitaron la publicación de su plataforma. "Demandamos a los anfitriones un alto nivel de exigencia y el anuncio ya no está en la plataforma. En el raro caso de que algo no sea lo esperado a la llegada a un lugar, nuestro equipo de apoyo a la comunidad está disponible las 24 horas del día para ayudar", comunicó un portavoz la Airbnb, citado por el portal de noticias Stuff.
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